Cuando planificamos un viaje, la emoción y la expectativa suelen ser las protagonistas del momento. Sin embargo, uno de los aspectos que pueden amenazar nuestra experiencia es la posibilidad de sufrir intoxicaciones alimentarias, que por lo general suelen producirse cuando se viaja a países en vías de desarrollo que carecen de regulaciones estrictas en beneficio de la salud humana, como las que tenemos en España y en la Unión Europea.
Independientemente de cuál sea el destino (países exóticos o países de nuestro entorno), vamos a intentar desde este blog ofreceros diez consejos básicos para evitar que nuestro viaje, a veces esperado con mucha ilusión desde hace tiempo, se nos «atragante». ¡Empezamos!
Comer en sitios de buena reputación
Nos referimos a cadenas de restaurantes, hamburgueserías y franquicias hacen que estemos pisando «territorio seguro», con menús y calidades muy similares (por no decir iguales) a las «de casa». Eso sí, ten en cuenta que estarás empobreciendo tu inmersión en otras culturas, que es uno de los objetivos cuando viajamos, sobre todo, si somos algo sibaritas, gastronómicamente hablando.
¿Cómo evitar intoxicaciones alimentarias? Echa un vistazo al restaurante
Nos puede ofrecer bastante información sobre la calidad de su oferta culinaria. Comprobemos la limpieza en general de suelos y mostradores, utensilios de cocina, mesas y manteles, protección de los alimentos expuestos frente a insectos voladores y sobre todo la higiene y apariencia del personal que atiende al público.
Evita comer alimentos crudos
Procura comer alimentos calientes o cocidos, que menos probables de provocarnos una intoxicación. La comida cruda que se pueda pelar (plátanos, naranjas, etc.) también es una buena opción.
Procura no comprar la comida en puestos callejeros
Deberíamos huir de la comida comercializada en puestos ambulantes, ya que en muchos no están sujetos a inspecciones, elevándose por tanto el riesgo de adquirir alimentos de baja calidad o en mal estado.
Precaución con los lácteos y el marisco
Muchísimo cuidado con los productos lácteos sin pasteurizar y con el marisco. Concretamente el marisco podría no haber sido lavado adecuadamente y contener elementos contaminantes de las aguas locales.
Bebidas embotelladas para evitar intoxicaciones alimentarias
bebidas (cerveza, refrescos y, sobre todo, el agua) que sea siempre embotellada y comprobando que el precinto del tapón o la chapa no hayan sido abiertos sin estar nosotros presentes. Nunca bebida de grifo y cuidado también con los cubitos de hielo.
Asimismo, rechaza alimentos envasados o en latas que puedan estar abolladas u oxidadas.
Cuida el tamaño de la ración
Dejemos las «comilonas» para casa. El riesgo de una intoxicación alimentaria está en proporción directa con la cantidad de comida contaminada que ingiramos. Una ración pequeña de comida en mal estado nos provocará una intoxicación de baja intensidad que, en muchos casos, nuestro cuerpo podrá vencer sin problemas. Además, yendo «de turista» mejor comer ligero. Así podemos seguir nuestra ruta y actividad sin la pesadez que produce un almuerzo copioso.
Lávate las manos antes de comer y evitar posibles intoxicaciones alimentarias
La norma habitual de lavarse las manos antes de las comidas ha de llevarse a rajatabla. Ya que las bacterias y gérmenes que puedan haber entrado en contacto con nosotros. Así evitamos que se introduzcan en nuestro organismo al coger un alimento y llevárnoslo a la boca. Un artículo recomendado son las toallitas húmedas con alcohol, por si no encontramos dónde lavarnos las manos.
Consulta con tu médico antes de viajar
En caso de seguir alguna dieta especial, estás en estado, eres mayor de 65 años o tienes intolerancia o alergia a algún alimento, consulta antes con tu médico o especialista. Él te proporcionará los mejores consejos y medicinas para contrarrestar una hipotética intoxicación.
Si a pesar de estas precauciones, sufres una intoxicación alimentaria, lo mejor es que no comas nada durante unas horas o días para dar reposo al aparato digestivo, y beber abundantes líquidos con minerales y electrolitos para evitar la deshidratación.
En última instancia, es necesario consultar a un médico. Recuerda contrata un seguro de viaje con amplias coberturas médicas para recibir la atención sanitaria que necesitas. ¡Hasta el próximo post!